Leitat es un centro tecnológico con más de 110 años de experiencia pionero en procesos de innovación industrial y en la promoción de la innovación mediante la colaboración con empresas y entidades. Leitat ha colaborado con más de 2.000 empresas e instituciones y en los últimos diez años ha desarrollado más de 3.400 proyectos industriales. Desde ERIA conversamos con Sergi Artigas, Innovation Board Strategic Manager en Leitat, sobre los retos y oportunidades en innovación, transferencia tecnológica y colaboración con startups.
¿Qué factores diferencian a las empresas que logran transformar sus ideas en innovaciones reales y aplicables?
La actividad innovadora no es puntual. Las empresas que logran transformar ideas en innovaciones tangibles es porque le dedican tiempo, esfuerzo y recursos. Sí vale la pena hacer la reflexión de que, independientemente de su dimensión, suele haber algunos factores en común genéricos como una cultura abierta al cambio y al aprendizaje o una alta capacidad de conexión directa con el mercado y las necesidades reales de sus clientes; así como algunos factores más singulares. Y, por supuesto, uno de los factores clave es la capacidad financiera de hacer frente a la innovación o basar la actividad innovadora en soluciones tecnológicas que aporten un diferencial competitivo.
¿Cómo pueden las empresas equilibrar explotación (actividad diaria) y exploración (innovación) para ser competitivas sin descuidar su principal actividad?
Es un dilema interesante, parecido a priorizar entre lo urgente y lo importante. La clave no es elegir, sino equilibrar ambas cosas, haciendo constantes ajustes y pensando en el medio y largo plazo. Desde nuestro punto de vista, esto pasa por encontrar organizaciones que te acompañen en este proceso, como hemos comprobado con nuestra experiencia en exploración.
¿Cuáles son los principales retos a la hora de implementar la innovación abierta?
Uno de los principales retos es el de establecer una confianza mutua entre las partes, alinear expectativas y ritmos de trabajo entre empresas, ya sean consolidadas o startups, y nosotros. A veces, sobre todo si está en el inicio de una relación, es necesario superar barreras culturales y organizativas, pero tener objetivos comunes nos facilita este proceso. También resulta primordial contar con mecanismos claros para proteger lo que se derive de la actividad de desarrollo tecnológico conjunto: propiedad intelectual, secretos industriales, patentes o similares. Esto es un pilar más de la confianza recíproca y, a su vez, abre puertas a explotaciones futuras.
¿Cuáles son las claves para que una empresa consolidada y una startup encuentren un encaje que realmente genere valor?
El encaje para generar valor se encuentra al hacer coincidir dos visiones que son complementarias: por un lado, lo que las empresas, tanto consolidadas como startups, necesitan para su competitividad y, por otro, nuestra visión tecnológica, que nos permite ir un paso por delante y anticipar qué soluciones pueden ser aplicables en el futuro inmediato. Combinar estas dos visiones es lo que genera retos tecnológicos a solucionar conjuntamente.
¿Qué hace atractiva a una corporación para startups innovadoras?
Los factores clave son el acceso a recursos como la financiación, las infraestructuras o las redes de contactos;
¿Cómo acelerar la transferencia tecnológica para que la innovación llegue antes al mercado?
Para acelerar la innovación y la transferencia tecnológica, es necesario que los conceptos de “transferencia” y “adopción” tecnológica vayan de la mano. Transferir tecnología significa desarrollar y poner a punto soluciones basadas en tecnología —eso es lo que hacemos en Leitat. Ahora bien, es necesario tener siempre en cuenta la capacidad de adopción de estas soluciones por parte del tejido productivo. La innovación en un ecosistema sólo se produce cuando la transferencia y la adopción tecnológica coinciden, y para ello, los diferentes agentes del ecosistema, conjuntamente con las empresas y la administración, debemos alinearnos y remar en la misma dirección.
A los centros de investigación les cuesta crear startups de alto impacto y crecimiento. ¿Qué hace falta para que se generen más startups a partir del conocimiento de los investigadores?
Es una reflexión muy pertinente y en la que hemos trabajado intensamente en los últimos meses. Tanto es así que este 2025 hemos creado Leitat Ventures, para encauzar conocimiento con potencial y darle el formato adecuado para valorizarlo. Aunque sabemos que la supervivencia de las startups no es fácil, tenemos la ventaja de conocer bien las tecnologías y el entorno, lo que nos permite avanzar con mayor seguridad. Apostamos por la colaboración entre los equipos tecnológicos y las empresas de nuestro entorno por identificar y aprovechar oportunidades reales.
¿Qué tecnologías emergentes cree que tendrán un mayor impacto en sectores como la energía y las telecomunicaciones en los próximos años?
Tanto en energía como en telecomunicaciones, la inteligencia artificial ya se aplica de forma transversal y esperamos que la computación cuántica siga el mismo camino en breve. En energía, hemos avanzado en ámbitos combinables como la depuración de aguas con generación o ahorro energético, y el desarrollo de baterías, pilas o supercondensadores. Por lo que se refiere a las telecomunicaciones, se han convertido en una capa clave en muchos proyectos: la gestión de datos es ya una palanca de innovación y transferencia que ganará aún más peso.
¿Cómo pueden las empresas equilibrar la innovación con la sostenibilidad y la responsabilidad con el medio ambiente?
Parte del impacto ambiental de productos y procesos viene marcada por las regulaciones, pero cada vez pesa más la anticipación de las empresas. Esta proactividad se convierte en un requisito de los mercados y un factor de competitividad, ya que las personas consumidoras integran criterios ambientales en sus decisiones. Esto convierte la sostenibilidad en un motor de innovación relevante.
¿Qué consejo darías a una empresa que quiere innovar pero no sabe por dónde empezar?
Como en todos los primeros pasos: sentido común. Escuchar a clientes, identificar problemas o necesidades no resueltas y, en definitiva, definir objetivos concretos. Levantar la vista del papel y de los problemas del día a día para observar el entorno, tu ecosistema e identificar a aquellos socios que te pueden acompañar en el proceso de innovación para hacerlo de forma efectiva y con impacto.
