Xavier Simó es presidente de la Comisión de Emprendeduría del 22@Network Barcelona y un referente en la dinamización del ecosistema innovador de Barcelona. Desde su rol, ha impulsado el contacto entre empresas, startups e instituciones y recientemente también colabora con ERIA como mentor del programa de aceleración. Desde ERIA conversamos con él sobre la evolución del distrito 22@, los retos del ecosistema emprendedor y el papel clave de la conexión entre corporaciones y startups.
¿Crees que el 22@ ha sabido evolucionar desde sus orígenes industriales hasta convertirse en un verdadero polo de innovación urbana?
El distrito 22@ ya nació con el objetivo de transformar el suelo industrial de la ciudad en una nueva economía del conocimiento —como se llamaba hace veinte años—, capaz de aportar mayor valor, atraer a profesionales de diversos sectores e impulsar una conciencia social y ecológica mucho más adecuada para una ciudad del siglo XXI. Por tanto, esta evolución ya se ha producido.
¿Cuáles son los principales logros y qué queda pendiente?
Los principales logros han sido tres: primero, atraer a empresas basadas en el conocimiento convencidas de que la innovación es clave para su crecimiento; segundo, demostrar el valor del contacto constante y la proximidad que genera el 22@Network –el famoso networking– tanto para directivos como para empleados; y tercero, la remodelación y modernización del parque empresarial.
Todavía existen retos pendientes: fomentar la presencia de residentes para que el 22@ sea también un lugar para vivir, impulsar las pruebas de innovación con el sandbox previsto para finales de año y reforzar la conexión internacional con otros distritos y hubs de innovación para convertirnos en un punto de entrada para empresas globales.
¿Cómo ve la evolución del ecosistema emprendedor en Barcelona en los últimos años, y qué retos clave detecta para el futuro inmediato?
La evolución del ecosistema es muy positiva y los datos lo confirman. Por un lado, el Ayuntamiento ha hecho una apuesta constante por crear espacios de innovación y emprendeduría. Por otro lado, ya contamos con los primeros emprendedores en serie con varios logros y también con la presencia de inversores internacionales en fases iniciales, un signo claro de madurez del sector.
Sin embargo, todavía hay retos importantes: acercar las empresas medianas a las startups para impulsar colaboraciones, favorecer el tech transfer de los centros de investigación y universidades para que más deep-tech llegue al mercado, y fomentar una nueva generación de emprendedores de todos los sectores basada en la propiedad intelectual.
¿Qué importancia tiene la conexión entre el tejido emprendedor y las grandes empresas para generar una innovación realmente transformadora?
Es uno de los grandes retos de futuro del ecosistema emprendedor. Las grandes empresas, por su dimensión y responsabilidades con clientes e inversores, no pueden adaptarse fácilmente al constante cambio de la tecnología y de los modelos de negocio. Por eso necesitan estar en contacto con las startups, que les permite anticiparse y prepararse para los próximos cambios. Asimismo, los emprendedores necesitan la colaboración de las grandes empresas para validarse en el mercado. Muchos proyectos transformadores, si llegan demasiado temprano, pueden no encajar y acabar muriendo.
¿Cómo valora iniciativas como ERIA dentro de este ecosistema?
ERIA es un buen ejemplo de lo que puede hacer una empresa histórica como Estabanell: partir de un mercado local y buscar soluciones globales para competir con grandes corporaciones internacionales. Aún está al principio del camino, pero tiene potencial para convertirse en un referente mundial.
¿Qué aporten estas iniciativas a la estrategia de innovación de la ciudad?
ERIA aporta el conocimiento acumulado de una empresa histórica del sector energético y, al mismo tiempo, actúa como polo de atracción para nuevos emprendedores nacionales e internacionales.
Has sido mentor de varias startups del programa de aceleración de ERIA. ¿Qué aspectos destacarías de su enfoque y metodología?
Aunque acabo de empezar como mentor, es nota que ERIA ha sabido rodearse de un equipo maduro y con mucha experiencia en aceleración de proyectos. Esto se refleja en el alto nivel de los mentores y del programa.
¿Desde tu experiencia, cuáles son los factores clave que determinen si una startup puede escalar con éxito a sectores complejos como el de la energía?
Para escalar rápidamente se necesitan tres factores clave: llegar al mercado en el momento adecuado, tener un modelo de negocio simple (que no significa sencillo) y acceso a la financiación necesaria para crecer.
¿Qué consejo le darías a las startups que quieren colaborar con corporaciones como Estabanell con programas de open innovation?
El primer consejo es tener una mentalidad abierta. La colaboración puede empezar con una prueba de concepto, pero puede ser la puerta de entrada a un mercado. El segundo es entender que la open innovation es como un baile de salón: ambas partes deben disfrutar de la colaboración, y si una no consigue sus expectativas, es necesario revisarla. El tercero, asumir que estos programas son un auténtico máster: impliquen superar obstáculos legales, problemas operativos y barreras técnicas que preparen las startups para entrar con mayor fuerza en el mercado.